miércoles, 14 de enero de 2009

LA PRIMERA Y “ÚLTIMA” GRAN INCURSIÓN POLÍTICA DEL MÚSICO CIUDADANO

Domingo, 28 de Diciembre de 2008 18:40
[jbarria] Sacó algo más de 4 mil votos en las elecciones alcaldicias de Puerto Montt pero aunque su prestigio como actor social ha crecido desde entonces, Jaime Barría Casanova jura que no se presentará nuevamente a una competencia electoral. Lo suyo, dice, es la música y como ciudadano seguirá haciendo lo que se pueda, no en forma militante. Mientras tanto, graba el nuevo disco de Bordemar con el cual pretenden celebrar su cumpleaños 50.

por MILTON VARGAS

Jaime Barría Casanova –casado con la socióloga Bernarda Gallardo- va a cumplir 50 años el 26 de febrero próximo y el acontecimiento, de acuerdo con su estilo de vida, lo quiere celebrar con el lanzamiento de su nuevo disco: El Zarpe, que se unirá a la vasta colección que ha producido el grupo BORDEMAR nacido el año 1983 en Puerto Montt y del cual es fundador, director y compositor.

Barría estudió toda su enseñanza básica y media en el colegio San Javier de Puerto Montt y sus estudios superiores los hizo en la Universidad Austral de Chile.

Mientras trabaja intensamente en dicho álbum hace un alto para reflexionar junto a SURLINK acerca de lo que a muchos les pareció la extraña incursión que tuvo por el campo político activo durante las últimas elecciones municipales donde se presentó como candidato a alcalde de la comuna de Puerto Montt, para competir con el “monstruo” electoral en que se ha convertido el actual jefe comunal de la capital regional Rabindranath Quinteros, como abanderado de la lista de izquierda del Juntos Podemos.

Claramente reconoce que desde el primer minuto cuando tomó la decisión de entrar a la arena política sabía que no tenía ninguna posibilidad frente a Quinteros. Y advierte que no lo volverá a hacer de nuevo y que prefiere seguir en el mundo suyo que es la música.

Con todo, evalúa que haber pasado por eso “fue una hermosa experiencia”, y que lo hizo bajo el influjo de una voluntad ciudadana personal en momentos “que nadie quería presentarse” y también como una reacción frente a los partidos políticos que “no toman en cuenta a la gente”.
EL CIUDADANO BARRÍA

-Tú sabías que no tenías ninguna posibilidad de ganar.

-Yo sabía que no tenía ninguna posibilidad de ganar, pero nadie se quería presentar en Puerto Montt. Entonces frente a eso, yo dije bueno, como ciudadanos no podemos estar mirando desde la ventana lo que está pasando, uno tiene que tener una participación como ciudadano.

-Es que a Quinteros todos lo veían como un monstruo…

-Claro, todos sabían, pero frente a eso había que tomar una posición. O sea, no podemos dejar que la democracia por la cual todos nosotros como ciudadanos trabajamos para una mayor participación, para una mayor inclusión de la gente, por la organización de toda la comunidad (se diluyera); entonces, yo dije bueno, frente a eso voy como candidato. Era yo un tipo que no es político, que no es militante, pero sí conocido por el mundo de la cultura.

-¿Te habías arriesgado tanto en tu vida en un desafío como éste?

-Bueno, siempre uno ha tenido una militancia frente a lo que uno es, como músico, persona siempre de izquierda, pero no dentro de una experiencia tan notoria como esta, una experiencia tan masiva. Era como jugarse y tomar también responsabilidades, al decir que, bueno, en qué estamos los ciudadanos, en qué está la democracia; luchamos para conquistarla y no hay esa capacidad de organización y los partidos excluyen y se cierran, dejan (ubicados) a los parientes y el ciudadano común y corriente como uno se siente marginado frente a este tipo de organización.

-¿Sientes que has cambiado algo porque ahora ya no eres solamente el músico, sino que también tienes un perfil político?

-Ahora sí, claro. Para mí fue muy importante, mucha gente ahora me invita a las juntas de vecinos; el otro día (fui) a una junta de vecinos de Panitao porque van a instalar ahí unos depósitos de aguas servidas, de productos químicos y me vinieron a buscar para organizar algo (ríe). Otra antena que están instalando por allá arriba, también me llaman para hacer algo. O sea ya como figura, aparte de la música que te llaman para ir a tocar, ahora es más comprometido ciudadanamente.

-¿Vas a seguir involucrado entonces?

-O sea, lo que pueda hacer como ciudadano responsable, pero no una actividad partidista fuerte.

-En cuatro años más a lo mejor Quinteros ya no se repostula…

-No, yo creo que no. Si esto fue una cosa de compromiso más bien, fue una candidatura tomando en cuenta al ciudadano.

-Cuando un músico o un artista se compromete con una opción política pierde simpatías en segmentos que no profesan sus ideas, o que estiman que el músico no debería tener una posición frente a la vida.

-Claro.

-¿No te ha pasado, o no temes que te pase a ti tras esta incursión política?

-No se, no lo he pensado. Lo que pasa es que nosotros (Bordemar) tenemos una gran cantidad de conciertos; siempre los fines de semana estamos tocando en algún lado y realmente no lo he sentido. Incluso es más, la gente me ha apoyado mucho más y ahora donde voy me dicen que han votado por mí… ya llevo más de cuatro mil votos (rie) Pero esa experiencia –insiste- primero que nada es de un compromiso solamente ciudadano, yo pienso que a la ciudadanía hay que tomarla en cuenta.
DE VUELTA A LA MÚSICA

-¿En tu calidad de compositor, piensas llevar esta experiencia ciudadano - político a la música?

-Yo creo que eso irá surgiendo solo. Porque ahora estoy componiendo un nuevo disco para tenerlo en febrero, faltan algunos temas. Y bueno, esta cosa de la composición es muy diferente, por las situaciones que uno vive va componiendo y va dando las ideas musicales, de repente puede ser que haya una unión, que podamos concretar algo de la experiencia que uno vive, pero no he pensado si de esta situación voy a componer algo.

-¿Porque te podría sacar de tu matriz chilota?

-Si, puede ser. Yo siempre estoy componiendo todos los días y diferentes cosas, de la experiencia que uno tiene y el don que uno tiene; entonces claro, yo creo que va a haber alguna cosa más fuerte, incluso hay algunas cosas que ya son más latinoamericanas que locales.

-¿Cuál es la idea central del nuevo disco que estás trabajando?

-Continuar la idea Bordemar, mantener primero nuestra cultura chilota PRESENTE AHÍ, porque esa es una cultura que se permea con los tiempos y que está en tantas partes. Porque la experiencia de uno de ir a la Argentina a tocar y ver que allá está lleno de chilotes, de ir a diferentes partes y (sentir que) se sienten identificados con esta música, que ha sido un verdadero don y una verdadera suerte haber logrado captar ese segundo, ese minuto de emoción para sentir a tanta gente cohesionada, de unirla.

-¿Cómo se va a llamar el nuevo disco?

-EL ZARPE...

-¿Cuándo estaría saliendo al mercado?

-Esperamos que en febrero, para mi cumpleaños (rie)

-¿Cuándo es?

-El 26 de febrero… entonces me voy a hacer un regalo a los 50 años (rie)

[bordemar]

BORDEMAR actual vive con su agenda copada...


ALGO DE HISTORIA

-¿Cuántos miembros originarios de Bordemar están quedando, aparte de ti?

-Bordemar desde el 90 el mismo equipo ya llevamos 18 años juntos, están los mismos, o sea: Catherine Hall en flauta traversa, Fernando Alvarez en guitarra, Eugenia Olavarria en violín y Soledad Guarda en violoncello. A veces por circunstancias me ha tocado viajar a mi o a otro y tenemos algún reemplazante para cada uno, pero no afecta mayormente al grupo.

-¿De los fundadores sólo quedas tú?.

-En realidad los fundadores venimos del año 83 cuando se estaba en plena dictadura. Los que empezamos conmigo fueron Claudio Miranda, Lucho Ritter, Adriano Campo, Iván Pérez y mi hermano Carlos Barría en bajo. Con ese grupo trabajamos desde el 83 como cuatro meses, igual sobre las composiciones mías. O sea, yo ya en la universidad había hecho algunas cosas, bueno, estaba estudiando música y en esa época había mucho fervor.

“Pero lo importante –rememora-, la parte mía, fue haber estado en un grupo de títeres con unas amigas parvularias; entonces yo le componía música para los títeres; ahí partió la cosa de presentarse en público porque había un público de 50 niños. Después con Schwenke y Nilo también les hice algunos arreglos”.

“Cuando volví a Puerto Montt, el 83, busco gente que sepa tocar instrumentos y empezamos a trabajar y a montar los temas que dio como resultado a Bordemar”.

-¿Algún evento de gran impacto mediático como el Festival de Viña del Mar o las Semanas Musicales de Frutillar?

-En Frutillar estuvimos hace un par de años. Hemos estado en varios festivales importantes pero no tanto como el de Viña del Mar; pero en el de la Patagonia…

-¿Les gustaría ir a Viña?

-No se, no es público como para nosotros. Yo creo que lo importante de Bordemar ha sido que está todo el año tocando, estamos con un promedio de 50 a 60 conciertos anuales y eso son pocos los grupos chilenos (que lo logran) que están mas o menos del año que nosotros comenzamos … Del año 2000 en adelante no hemos parado de dar conciertos en diferentes partes.

-Este verano me imagino ya lo tienen recargado.

-Claro, ya tenemos como ocho o nueve conciertos para enero, a nivel país. Siempre priorizamos la región. O sea nos cuesta viajar un poco, de Concepción al sur, a Punta Arenas, es como nuestro territorio, pero principalmente estamos en nuestra zona y siempre hemos sido músicos para nuestra zona.

-¿Hay Bordemar para rato?

-Ojalá. Sí, yo creo que sí, porque siempre surgen cosas nuevas, como eso de las orquestas infantiles (que) en todas partes tocan música nuestra. Es una maravilla que de Arica hasta Punta Arenas están tocando el Camahueto, Tierra Adentro, en fin, más de los cien temas que ya hemos grabado; eso yo creo que nos da energía para seguir y además que nos siguen llamando para dar conciertos en diferentes partes. Hace poco estuvimos en Ecuador e igual tuvimos una muy buena recepción como cada vez que vamos fuera del país. Así que tenemos Bordemar para rato hasta que ya estemos viejitos ahí tocando (ríe).

[manifestacion]

FOTO DEL RECUERDO.- En una manifestación política del año 1988.


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