domingo, 1 de julio de 2007

"En Bordemar somos lo más fome que hay" SOLEDAD GUARDA




La alta figura de Soledad Guarda llama inmediatamente la atención en medio de los músicos de la banda Bordemar, más aún después de escucharla tocar el violonchelo. Esta profesora de música de 44 años se ha convertido en el "amor platónico" de cientos de aficionados a la banda (para ser justos, no sólo de los "artesas"). Ella es una de las fundadoras -junto a Jaime Barría- de este grupo que ya tiene 24 años y que ha recorrido todo el mundo dando a conocer el folclore chilote.
Además, Soledad llevó adelante el proyecto Centro de Arte El Balcón -junto a su amiga Rebeca Gallardo-, aunque actualmente está siendo dirigido por otras personas. "Quiero aprovechar de dar las gracias a todos quienes confiaron en esta idea. Fue hermoso y cobijó a muchos artistas", expresó.

-¿De dónde sale ese estilo medio lana en tu ropa?
-Ni lana, ni hippie, ni rústico, ni palta. Es lo que es no más. Obviamente mi tendencia va a derivar a lo más puro. Es mi estilo no más y qué… Puedo mezclar una chomba chilota con calzas de encaje.

-Pero, ¿es más alternativo?
-Sí, puede ser, pero no es un estilo, es mi forma no más… Me gusta mucho la ropa artesanal y respeto profundamente a los artesanos. Si puedo usar en vez de un botón, un palo, lo voy a hacer.

- ¿Algún enamorado entre el público que los va a ver?
- (risas) No lo sé, porque del escenario no se ve hacia abajo por las luces.

- Pero cómo, ¿no te llegan tarjetas?
- Sí, alguna vez regalos. La gente es muy amorosa con nosotros.

-¿Nunca les tincó pasarse a otro estilo musical?
-Al revés, se fue afirmando nuestro estilo. Se fue consolidado nuestra opción y mirada del folclore.

-¿Alguna vez quisieron tocar unas cumbias?, por ejemplo...
-También las tocamos, son parte de la tradición, así que ¿por qué no? Incluso algunos de nuestros temas tienden a "acumbiarse", o nosotros mismos los "acumbiamos". Por ejemplo, los vals que son campesinos.

-He notado que muchos artistas se quejan del tema de la plata, sobre todo en la repartición de fondos culturales.
-Hay muchos reclamos, de muchos sectores, cuando se gasta en temas culturales. Nadie reclama cuando se mete plata en construcción o en un "Transantiago" en cantidades industriales, o en el estudio de un puente. Se realiza un recital de Inti Illimani en el volcán Osorno y todos levantan su voz y dicen cómo se gasta esa cantidad de plata en cultura. No hay en la ciudadanía una comprensión ni compromiso real con el quehacer cultural. La cultura siempre ha sido vista como la última especie de la que hay que preocuparse.

-Pero los artistas son bien reclamones. Hasta cuando un colega se gana un fondo, el otro reclama…
-Está bien que seamos reclamones, pero no contra nosotros mismos. Yo creo que la gente del arte hace alianzas, no nos podemos pelear entre nosotros. Cuando alguien de afuera nos ataca, nos unimos. Por lo menos la experiencia de Bordemar ha sido esa. Pero hay cosas que mejorar. A mí me preocupa mucho el tema de las poblaciones. Están bastante dejadas.

-Olvidadas…
-Sí. Yo trabajo en una orquesta de niños en una escuela y no tenemos ayuda de nadie. Es bien difícil y aunque hay muchos programas de Gobierno. Pero si tú le pones un chelo a un niño de quince, es bien diferente si se lo pasas a los 7 años. La primera infancia no reclama, no tiene una voz para exigir.

-¿Has visto talentos que se pueden llegar a perder por la falta de recursos?
-No que se vayan a llegar a perder, sino que se pierden. Esa es la pena que da. Se está iniciando un trabajo maravilloso y ojalá que perdure. Ha habido avances y nos hacen falta más. En Puerto Montt nos hace falta otro lugar de eventos, por ejemplo.

-Nos pusimos serios, hasta me dio pena…
-En realidad, verdad que era una entrevista más liviana, es que el tema de la cultura es serio.

-Pero no todo es tan serio, se supone que la gente de la cultura es más bohemia.
-Jaja, eso es mentira, ¡qué vamos a ser bohemios…!

-Cómo es eso, ¿entonces son hogareños?
-No, no hay estereotipos, pero en Bordemar somos de una fomedad impresionante. Somos terriblemente fomes. Es que viajamos mucho, tocamos mucho, entonces después nos queremos puro volver a nuestras casas. Ninguno toma ni fuma.

-¿Siempre ha sido así?
-Es que somos como un quinteto de viejos. Habemos dos que nos escapamos un poco de eso. La Cathy (flauta traversa) y yo. Somos las únicas que nos quedamos hasta más tarde.
-Pensé que Jaime Barría (compositor y pianista) era quien "la llevaba" en las fiestas.
-No, si él es el más fome de todos. En Bordemar queremos tocar y volver rápido a las casas con nuestras familias. Jaime, por ejemplo, tiene guagua así que siempre anda con sueño.
DIARIO LLANQUIHUE