Un hombre de mirada y pensamientos profundos es el elegido para el personaje dominical. Su nombre, el de un compositor: Jaime Barría Casanova. Este personaje fundó en 1983 la agrupación musical Banda Bordemar, en Puerto Montt. Desde ahí en adelante su carrera como compositor y director del grupo ha estado llena de grandes éxitos, tomando en cuenta que son un conjunto que trabaja en y para la provincia en donde viven. Hace pocos días tuvieron una exitosa participación en las Semanas Musicales de Frutillar, lo que fue recibido con mucha alegría por Jaime Barría.
Para saber un poco más sobre él y poder trasmitirselo a sus lectores,”El Llanquihue” llegó hasta su sala de ensayo, ubicada al lado de le casetería Bordemar, calle 21 de Mayo 70. Ahí nos recibió con su habitual cordialidad y sencillez.
Partimos conversando sobre las primeras manifestaciones que tuvo de interés musical, las que comenzaron desde que era niño:”En mi casa somos todos muy musicales: Mi madre había estudiado mucho tiempo piano, entonces tenía este mismo piano que ahora uso yo, y tocaba todos los días cosas como la Serenata de Schubert...A mi padre le gustaba mucho la ópera y desde chico que la escuchábamos juntos, pero yo era más improvisado en ese tiempo, lo tomaba sólo como un juego. Tuve algunas clases de piano, pero para mi era jugar en el piano más que estudiarlo en forma seria y metódica”.
Descubriendo la veta
La decisión de Jaime Barría de dedicarse a la música comenzó a gestarse cuando estudiaba en el Colegio San Javier, pero más marcadamente en la Universidad Austral de Chile, en Valdivia, donde estudió Pedagogía en Educación Musical. Al respecto; recuerda que comenzó a tener ramos de armonía y de improvisación, este último con muy buenos resultados en forma innata.
“En Valdivia hicimos una película una vez y yo le puse la música, fue la primera vez que hice una cosa pública más o menos en el año 80. También hacíamos música infantil con unas amigas y compañeros. Esos fueron nuestros primeros pasos, junto con participar en algunas cosas con el dúo Schwenke & Nilo, que eramos compañeros. Y es que Valdivia, la universidad, da el ambiente propicio para estas agrupaciones. Barría Casanova nos explicó que en ese tiempo había mucho entusiasmo en la escuela de música, se hacían muchas cosas, ya que ademas era un período de efervescencia de los 80, una época muy creativa. Había un grupo de gente bien especial como Clemente Riedemann, Schwenke, Marcelo Nilo, todos de la misma generación y creando cosas, pintores, poetas, músicos...fue un período muy rico, donde toda una generación se estaba mostrando frente al acontecer social y también político”.
Inspiración repentina
Cómo escribe un músico es algo que mucha gente se pregunta y a lo que Jaime Barría contestó que “Es algo que de repente te llega y se van componiendo frases, compases y, de ahí, empezar a desarrollar el resto del tema. En cualquier momento puede llegar la inspiración. Todos los días toco piano y voy anotando algunos compases , tengo cuadernos llenos de esquemas, de motivos no desarrollados que algún día los puedo tomar y armar toda la estructura musical con una determinada forma”.
La base melódica con que se maneja este músico, que continuó estudios particulares en composición, armonía y contrapunto con Alejandro Guarello y que realizo diferentes cursos de estética y folklore en la Universidad Católica, pertenece a una tradición muy rica de nuestra zona: “Aquí hay tantas formas musicales folklóricas que son muy interesantes y muy ricas, todas de ascendencia española e inglesa de hace siglos que están en bruto y hay que pulirlas como lo intentamos nosotros”.
Persistiendo en el objetivo
Los inicios de la Banda Bordemar se toparon con la primera gran dificultad de la falta de músicos en Puerto Montt, ya que después que Barría y un grupo de amigos terminaron de estudiar en Valdivia regresaron a Puerto Montt, se vieron en la situación de que algunos se empezaron a ir a otros lugares de Chile o que vivían en Chiloé y tenían que viajar para los ensayos y actuaciones. Al año de haber fundado Bordemar, Jaime se quedo solo y tuvo que empezar a buscar nuevamente personas con quienes reformar el conjunto...Recuerdo que necesitaba una flautista y ella tenía que venir de Ancud, la cellista era de Castro y nos juntábamos en Puerto Montt a ensayar. Pero nuestro objetivo principal era primero que nada encontrar una linea musical nuestra, propia, nueva. Además que éramos todos profesores, estábamos en plena pedagogía. Yo hacía clases en el Liceo de Hombres y tenía un taller de música súper interesante. Les mostraba a los niños lo que era un instrumento como la flauta traversa, un violoncelo o un violín en las escuelas. Después, con el grupo comenzamos a trabajar mucho en universidades, a presentarnos en Osorno, Valdivia, en la región. Mostrábamos nuevos instrumentos y una nueva sonoridad para la música de la zona”.
Al rescate de lo nuestro
Banda Bordemar es el primer grupo que ha intentado profundizar en las raíces melódicas de la zona y que ha tratado de buscar una identidad de esta a través de la música. Jaime Barría sostuvo que “es el único conjunto que buscado una música que identifique a la zona, pero todo esto con un hecho histórico detrás.
Los antecedentes antiguos de nuestra región, de lo que es Chiloé, que en ese tiempo estaba constituido desde la ribera sur del río Maullín hacia toda la Patagonia...Si uno va a Huelmo o a Ilque, puede ver que las bandas que acompañan las fiestas tradicionales de los santos-por eso nos llamamos banda- están compuesto por acordeón, guitarra y bombo, pero en los antecedentes histórico aparecen que eran acompañadas por violín artesanal, flauta traversa, guitarra , cajas y bombo. Estaba el fundamento histórico de lo que hacemos nosotros en el subconsciente colectivo de la gente. Fue como volver a tomar esa tradición sin que ni siquiera nos diéramos cuenta. Empezamos una recuperación de las bandas tradicionales de la zona”.
Procesos de crecimiento
Lógicamente que crear y mantener por toce años una agrupación musical significa también una proceso de crecimiento y evolución, tanto personal como musical. Por eso es que para Jaime ha sido muy importantes lograr este propósito:”Hemos ido madurando y evolucionando con el tiempo. Uno va tanteando que es lo que más le ha gustado a la gente, cuales son los temas más escuchados, los que más nos identifica. Yo he tratado, eso sí, en el último disco “Mar Interior” de hacer cosas nuevas con Marcelo Nilo,de trabajar en lo rítmico, con algo un poco más contemporáneo, es decir, romper estructuras rítmicas, melódicas, las que son un poco más complicadas para escuchar para u oído medio, acostumbrado a una música más plana, estructurada, sin ningún quiebre. Pero actualmente estamos trabajando en eso, y no sé hasta que punto le puede gustar a la gente, pero lo importante es que lo hagamos aquí en la zona. Ahora, personalmente ha sido muy importante también el trabajo de grupo, aunque siempre ha sido difícil trabajar aquí en el sur porque no cuenta con músicos profesionales y no es muy rentable económicamente, hay que hacer actividades anexas. Afortunadamente a nosotros nos ha ido bien, tocamos en instituciones importantes, cobramos con boleta...Fuimos a tocar a La Moneda cuando asumió la democracia en Chile, con todos los primeros mandatarios de la época”.
Desde 1987 que Banda Bordemar empezó una carrera discográfica con “Colores de Chiloé” y desde entonces no ha parado de producir año a año (excepto en 1992) un cassette o un Compactó, lo cual le ha dado una continuidad de grupo, bastante grande, a pesar que ha cambiado muchas veces de integrantes, siempre con Jaime Barría componiendo y dirigiendo. Incluso formaron parte de álbum doble “Novedades de Chile”, el que se editó en Alemania con los mejores exponentes de música chilena de 1989. Han tenido una serie de conciertos que los ha mantenido ocupados todo el tiempo.
La importancia de permanecer
Para Jaime lo más importante de la Banda Bordemar ha sido mantener la identidad de donde son y donde están. “Buscamos nuestro desarrollo local a nivel del arte y no solo a nivel económico. La gente siempre tiene la tendencia de irse del campo a la ciudad, de la ciudad a la capital, de Santiago a Europa y pienso que ya es tiempo de invertir esa cadena a los pies del siglo 21, donde creo que tenemos que mejorar nuestro nivel de vida en el lugar donde vivimos.
Ahora todos los integrantes residen en Puerto Montt, y los mismo hace unos tres años. Es la banda más duradera que he tenido en estos años. Pero a mí no me interesa, retomando lo anterior, Santiago o el extranjero, me interesa mi zona, la que requiere de mayor educación musical, partiendo de los colegios donde la gente va ir creando un hábito de ir a los conciertos, de comprarse un disco, de adquirir elementos para ir cultivando el espíritu”.
Y es justamente el espíritu de Jaime Barría, su interioridad es lo que más llama la atención, porque pocas personas están conforme con lo que hacen, y él es una de esas. En un articulo en que transformo sus pensamientos en palabras expresó:
”Cuesta hablar de la música que uno realiza. Siempre he creído que es el pueblo quien crea el arte y que uno solamente ha tenido la suerte de captar esos momentos determinados de emoción e interpretarlos. En la historia de la música son muchos los ejemplos que nos encontramos, desde la Edad Media con trovadores, maestros cantores, creaban sus obras como respuesta a cierta situación y éstas eran transmitidas de generación en generación sin importar quien era el autor, ya que pertenecían a todos”.
Diario El Llanquihue, Domingo 5 de Febrero 1995,Puerto Montt