Hace un par de días, recibí una llamada del sello Alerce, que me comunican la presentación del nuevo compacto de Bordemar.
Cuando me hablan de este grupo inmediatamente asocio a los maestros de música tradicional, que pueblan las islas del archipiélago.
A los antiguos trovadores que cantan en las fiestas del pueblo, a los maestros de capilla que mantienen viva la música religiosa y en fin asocio a Jaime a Soledad a sus instrumentos que con violines, guitarra, flauta y piano, dan forma a una estructura de tonos y tonalidades con colores, creaciones e intensidad.
Pero sobre todo Identidad, tan necesaria hoy en día, en que nuestra identidad navega en mares adentro, alejados del bordemar. Donde las raices se afianzan a la tierra y en ella surgen los árboles para cuidar sus mejores maderas, nos abre a mares más profundos más lejanos, pero siempre cercano a sus raices.
La identidad es lo que nos cuesta tanto entender, como símbolo de la condición de ser. La identidad es lo que nos permite sentir un hecho de ser en ser que es. La identidad es una raíz que entra y mira a otros a través de manifestaciones culturales afines.
Alerce, todos sabemos que es el alerce, que identifica y dignifica una cultura, una región del país. Alerce y Bordemar se juntan, no por casualidad Ricardo García, creador del sello Alerce y que sí sabia de identidad, llamó a Bordemar a hechar raices y navegar junto alerce.
Cinco extraordinarios músicos jóvenes, que se juntan bajo la dirección de Jaime Barría para dar movimiento, fuerza y vigor al grupo de cámara Bordemar, y que en corto tiempo editan su tercer disco compacto.
Cuando el sello me solicito que haga la presentación, me sentí honrado, ya que es un gran honor presentar un conjunto con su nueva propuesta musical.
Mar Interior, al borde de la Conciencia, Jaime, Soledad, Catherinne, Eugenia y Fernando, nos hacen navegar, cabalgar, correr, imaginar, reír y también llorar. La emoción nos llega rápidamente, ya que estos jóvenes músicos, saben donde pisan, y el conocimiento que tienen de la Identidad y la cultura tradicional hecho que sin lugar a dudas lo demuestran con cada nota que interpretan.
Con un esfuerzo de preservar la tradición, la identidad, el color, el olor, el sabor, el dolor, la energía y la fuerza y al mismo tiempo, crear nuevas músicas sin romper el equilibrio entre lo nuevo y lo viejo.
Esto es fundamental en el crecimiento de la producción musical, con raíz profunda. Es por eso que son tan claros y transparentes como su aguas y colores, llevandonos ampliamente a navegar a su propio mar, a su mar interior, quienes en esas aguas donde la emoción nos une por entero.
Bordemar y mar interior es una combinación de signos y codigos que de traducirlo, entendemos que la propuesta estético musical, tiene la presencia de lo autentico. Que no teme transar con sistemas colonialistas ni de libre mercado, ni modos de modernidad, sin la identidad que hoy necesitamos.
Bordemar al interior de la conciencia, nos hace tener conciencia que para llevar una nueva cultura, no colonizada, hay que usar todo lo que tenemos. En un mismo tiempo, en un nuevo espacio, en otra dimensión, pero sobre todo sin olvidar el pasado.
Entonces para ustedes, desde la tierra de Alerce, Bordemar nos lleva al mar interior, al borde de la conciencia.
Santiago, 9 de diciembre 1994.